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Disciplina positiva con un punto de vista ingenieril

¿Cómo te gustaría que sean tus hijos? Un ejercicio práctico

March 4, 2024

En este artículo, inspirado en el libro "Cómo educar con firmeza y cariño" de Jane Nelsen, te propongo un ejercicio práctico para reflexionar sobre las cualidades que deseas fomentar en tus hijos. A través de ejemplos cotidianos, historias personales y un enfoque en la Disciplina Positiva, exploraremos cómo nuestros deseos para con nuestros hijos pueden guiar nuestras acciones de crianza. Este ejercicio busca conectar de manera emocional y práctica con los padres, ofreciéndoles herramientas concretas para la educación de sus hijos.

¿Te has preguntado alguna vez cómo te gustaría que sean tus hijos cuando sean grandes? Sí, probablemente imaginas que sean felices, pero, ¿qué más? En nuestro viaje por la crianza, a menudo nos perdemos en el día a día, en los retos cotidianos que supone educar, y olvidamos mirar el horizonte, hacia lo que realmente esperamos lograr con nuestra labor como padres y madres.

Hoy, quiero proponerles un ejercicio práctico, inspirado en el enfoque de Disciplina Positiva, que nos ayudará a poner en perspectiva nuestras metas y cómo estas se traducen en nuestras prácticas diarias de crianza.

Paso 1: La Carta a Futuro

Imagina que escribes una carta a tu hijo o hija en el futuro, digamos dentro de 20 años. ¿Qué le dirías? No me refiero a logros académicos o profesionales, sino a las cualidades como persona que esperas que haya desarrollado. Quieres que sea compasivo, resiliente, responsable... Piénsalo un momento.

Este ejercicio no es solo para soñar; es una herramienta poderosa para comenzar a esbozar una hoja de ruta para tu crianza. Si sabes hacia dónde quieres ir, es mucho más fácil trazar un camino.

Paso 2: Conexión con el Presente

Ahora, reflexiona sobre cómo tus acciones y palabras diarias están contribuyendo a construir esa persona en la que esperas que tu hijo o hija se convierta. La Disciplina Positiva, como nos enseña Jane Nelsen, nos recuerda que el respeto mutuo y la búsqueda de soluciones donde todos ganen son claves en este proceso.

Por ejemplo, si deseas que tu hijo desarrolle empatía, ¿cómo manejas los conflictos en casa? ¿Te muestras tú empático con sus sentimientos?

Paso 3: Ajustes y Acciones

Si encuentras que hay una brecha entre tus deseos y tu práctica actual, no te desanimes. La buena noticia es que siempre estamos a tiempo de hacer ajustes. Identifica acciones específicas que puedes empezar a realizar para alinear tus prácticas de crianza con tus expectativas a largo plazo.

Por ejemplo, si quieres que tu hijo sea resiliente, puedes comenzar por permitirle enfrentar pequeños desafíos sin intervenir inmediatamente, ofreciéndole apoyo y confianza en su capacidad para superarlos.

Reflexiones y Ejemplos

Mi propia experiencia con mi hija Marta ha sido reveladora en este sentido. Recuerdo una tarde cuando enfrentaba un rompecabezas particularmente difícil. Mi instinto inicial fue ayudarla a resolverlo, pero recordé mi deseo de que desarrolle la paciencia y la resiliencia. Así que, en vez de darle la solución, le pregunté cómo creía que podría abordarlo. Después de varios intentos, su rostro se iluminó al encontrar la solución. Ese pequeño momento fue un gran triunfo para ambos.

Preguntas para la Reflexión

  • ¿Cómo puedo fomentar las cualidades que deseo ver en mis hijos a través de los retos diarios?
  • ¿De qué manera puedo ser un modelo de estas cualidades para mis hijos?
  • ¿Cómo puedo equilibrar la guía y el apoyo con el fomento de la independencia y la responsabilidad?

La crianza es un viaje complejo y lleno de matices. No hay una fórmula única que funcione para todas las familias. Sin embargo, tener una idea clara de las cualidades que queremos fomentar en nuestros hijos puede ser una brújula invaluable en este viaje.

Te invito a realizar este ejercicio y a compartir tus reflexiones. La tarea de educar es desafiante, pero recordar el "para qué" puede llenarnos de energía y propósito. ¿Te sumas a este viaje?

Y ahora, para terminar, me gustaría dejarte con una pregunta que provocativa: Si tuvieras que escoger una sola cualidad que desearías que tu hijo o hija desarrolle, ¿cuál sería y por qué? Piensa en ello, y quizás, esa respuesta te dé más claridad sobre tu camino como padre o madre.

Recuerda, estamos juntos en este maravilloso desafío de criar personas íntegras, felices y capaces de aportar positivamente al mundo. ¡Hasta la próxima!

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