En este artículo reflexionamos sobre la importancia de fomentar discusiones abiertas con nuestros hijos sobre las consecuencias de nuestras acciones. A través de ejemplos cotidianos, análisis de casos y recomendaciones prácticas, te invito a considerar cómo este enfoque puede fortalecer la relación con tus hijos y enseñarles valiosas lecciones de vida, todo ello desde la perspectiva de un padre ingeniero fascinado por los principios de la disciplina positiva.
Introducción
Imagínate un puente colgante, esas impresionantes estructuras que conectan dos puntos antes inalcanzables entre sí. Ahora, piensa en las conversaciones que tienes con tu hija o hijo como esos puentes: los hilos que tejen los cables son las palabras, los gestos y las emociones compartidas. Entre más robusto construyamos ese puente, más fuerte será la conexión entre ambos puntos, es decir, entre tú y tu hijo. Hoy quiero hablaros sobre cómo las discusiones abiertas en torno a las consecuencias de nuestras acciones, pueden sumar hilos de confianza y comprensión a ese puente.
Las bases de la Disciplina Positiva
Para poner en contexto, comenzaré situandonos en la idea de la Disciplina Positiva. Esta nos enseña que uno de los pilares de una paternidad efectiva es fomentar en nuestros hijos la capacidad de entender las consecuencias de sus acciones y aprender a tomar decisiones en base a ese entendimiento. Pero ¿cómo podemos hacer esto sin caer en el sermón eterno que solo consigue ojos en blanco?
Storytelling como puente a la comprensión
Déjame contaros una historia. Hace no mucho, Marta, mi hija, decidió experimentar con la libertad de elegir su atuendo para el colegio, ignorando las normas de su vestimenta. A pesar de que habíamos hablado previamente sobre las reglas y las posibles consecuencias, decidí permitirle afrontarlas. Esto incluyó una nota de la profesora y la necesidad de un cambio de ropa a media jornada.
El poder de las preguntas retóricas
¿Qué creéis que pasó después? En lugar de imponer una lección, inicié una discusión abierta. Le pregunté qué pensaba que había ocurrido, por qué creía que la situación había terminado de esa manera y cómo se sintió al respecto. Poco a poco, Marta fue tejiendo los hilos por sí misma, llegando a entender las consecuencias naturales de su elección.
Construyendo el entendimiento juntos
No se trata solo de señalar lo que está bien o mal, sino de permitirles a nuestros hijos reflexionar sobre sus experiencias. Esto los empodera para tomar decisiones más informadas en el futuro. Aquí no hay formulas mágicas; cada niño y cada situación es un mundo. Pero hay principios generales que podemos aplicar.
- Escucha activa: Más que hablar, nuestro rol es escuchar. Intenta entender su punto de vista sin prejuicios.
- Preguntas guiadas: Usa preguntas que les ayuden a reflexionar, no que les den las respuestas.
- Empatía: Valida sus sentimientos, mostrando que entiendes por qué se sienten de tal manera, incluso si no estás de acuerdo.
Alternativas y reflexiones
Es crucial, además, discutir sobre alternativas. ¿Qué podríamos hacer diferente la próxima vez? Aquí es donde podemos guiar su pensamiento hacia diferentes opciones y las posibles consecuencias de cada una. La clave es que sean ellos quienes, en última instancia, elijan qué camino tomar la próxima vez que se enfrenten a una situación similar.
La humildad en nuestra aproximación
Debo confesar que no siempre lo hago bien. Hay días en los que la paciencia escasea y la frustración se hace notar. Lo importante aquí es reconocerlo y disculparnos. Mostrarles que, aunque somos adultos, también cometemos errores y estamos en un continuo aprendizaje.
Cierre y reflexión
En conclusión, fomentar discusiones abiertas sobre las consecuencias de nuestras acciones es una herramienta poderosa en la educación de nuestros hijos. Nos permite construir puentes de comunicación basados en el respeto mutuo, el entendimiento y la confianza. Y tú, ¿has construido ya tu puente hoy?
Ahora, te dejo con una pregunta: ¿Cuál crees que será tu próximo paso para fortalecer ese puente con tus hijos?
Recuerda, el objetivo es aprender juntos en este viaje maravilloso y a veces complicado que es la paternidad.